jueves, 1 de octubre de 2015

MIS ESPERANZAS

Vaya, parece ser que al abrir este blog hubiera creído que escribiría con regularidad y me es triste reconocer que espere hasta esta fecha para hacerlo. ¿Porqué? La razón es sencilla, la importancia que le doy a mis ideas y creencias. Esta entrada está destinada a aclarar desde un principio cuáles son las esperanzas que tengo puestas en este nuevo gobierno municipal de Guadalajara, sin tomar en cuenta el de los demás municipios, ya que para mi este es el importante ya que sólo será un gobierno de transición ya que creo fielmente en que solo será un escalón en la carrera a la gubernatura del Estado por parte del Edil electo Enrique Alfaro. 

La respuesta a la pregunta antes mencionada es muy sencilla. NINGUNA ESPERANZA. No creo en él, no creo en Enrique Alfaro y no creo en su gabinete. Y quiero que quede constancia desde este preciso día para que quien guste decirme en tres y nueve años respectivamente: "Cano, estabas equivocado, reconocelo" tenga la libertad y oportunidad de hacerlo. Y de la misma manera prometo tragarme mis palabras (si ese llegara a ser el caso) y ofreceré una disculpa por estos mismos medios reconociendo mi grave error. 

Ahora bien, aclarado lo anterior quiero tener la oportunidad de mencionar el porque de tan drástica idea, ya que no permitiré que se me tilde de priista, panista, perredista o simple porrista ignorante. 

No creo en él porque conozco Tlajomulco de Zúñiga, porque me da pena ver como en su gobierno se crearon casas y se llevó a vivir a más de 100,000 personas cuando ni siquiera existían las vialidades (aun no existen), ni los servicios mínimos. 

No creo en él porque considero que es una persona que no sabe más que gritar y exigir, sabe manipular al pueblo, a la gente más desprotegida e ignorante con políticas populistas, a base de gritos y amenazas sabe caerle bien a la gente más ignorante, aquellas personas que se dejan llevar por una imagen pero que no cuentan con las ganas de investigar, de leer, de informarse. Aquellas personas que aun hoy en día cambian sus tesoros por espejos y tijeras. 

No creo en él porque su incapacidad de diálogo hizo perder en su momento el Centro Universitario para Tlajomulco, así como la línea de metro que tanta falta hace. Si señores, la política es el arte de negociar, aunque muchos crean que es el arte de enriquecerse gozando de un fuero. 

No creo en él por su relación personal con uno de los políticos más corruptos de la historia de Jalisco, y vaya que decir eso es fuerte, una persona que destrozó económicamente al Estado, a sus instituciones (Instituto de Pensiones del Estado de Jalisco), que destruyó el patrimonio de años llamado parque Morelos, que permitió la construcción de las villas panamericanas, que no supo proteger el bosque de la primavera, que destrozó al Estado de Jalisco con sus declaraciones, con sus decisiones, hablo de Emilio González Márquez. 

No creo en él porque en su nuevo gabinete ciudadano hace uso de personajes panistas que le hicieron daño al Estado (Monraz), personajes como Salvador Caro que no tiene un humor determinado. 

No, no creo en Enrique Alfaro, pero en realidad no creo en ningún político actualmente. Con enojo y frustración leo las declaraciones del ahora regidor Ricardo Villanueva donde descaradamente menciona que no le agrada el gabinete, pero le dará el visto bueno, donde acusa al ex tesorero de Tlajomulco del desfalco millonario del mismo pero aun así permite que trabaje ahora por Guadalajara. 

Yo no tengo pruebas, yo grito en el desierto, pero Villanueva podría contar con ellas y no hace nada, ¿porqué? sencillo, porque sus manos al igual que las de su partido están llenas de la misma mierda y parece ser que hablan y se quejan, pero no actúan legalmente por miedo a que a ellos los investiguen también. Y mientras el pueblo tragando sus mentiras. Cómo me recuerdan a lo que sucede actualmente con el SNTE. 

No, no creo en Alfaro, no creo que sepa dialogar y tengo mucho miedo en las decisiones que tomará. Temo en verdad que le de seguimiento al proyecto Guadalajara 20-20 y poniendo como pretexto la necesidad urgente de repoblar el municipio, se le ocurra construir vivienda en la barranca de Huentitán, y deje de lado el crecimiento en el parque Morelos, en toda la zona abandonada de Analco, de avenida Revolución, del mismo Centro Histórico, de tantas zonas en Guadalajara llenas de bodegones muertos y vacíos, llenos de ratas y suciedad y prefiera acabar con los pulmones del municipio y solo para enriquecer los bolsillos de sus reconocidos dueños. 

No creo tampoco que una persona como Salvador Caro pueda terminar el problema de la delincuencia tan grave de la ciudad, que termine el robo en motos, el de autos, el pago de piso y protección, una persona con un humor tan cambiante dudo sea el líder que requiere la policía metropolitana. 

Y cierro este comentario dando una razón más. No creo en él porque no creo en el pueblo tapatío, porque considero con tristeza que a mis conciudadanos no les importa en realidad lo que pasa. Saben quejarse pero no lo hacen público. Se quejan pero no saben exigirle al gobierno, y le compran la idea al primer merolíco que grita bonito y que "demuestra carácter". 

Parafraseando a Jesús "En verdad os digo", quiero estar equivocado y en verdad deseo que en tres años de gobierno municipal y al término de seis años de gobierno estatal, me griten en la cara que fui un imbécil y tenga que pedirles a todos ustedes, mis estimados pitufos disfrazados de naranja, mis reconocidos ciudadanos en movimiento, priístas, perredistas, aliancistas, así como a mis queridos conciudadanos tapatíos. En verdad deseo tener que hincarme a pedirles perdón, ya que eso significará que Enrique Alfaro en verdad es la esperanza nacional de la que tanto escucho y leo estos últimos días. 

Atentamente
SSS

PD: Tengo la mala costumbre de no creer en los mesías.
PD2: Y pensar que muy probablemente en poco tiempo me haga ciudadano tonalteca, en fin, ahí si que la esperanza no existe, el municipio más pobre y olvidado de la zona metropolitana, y el único de la misma que volvió a votar por los que no han quitado su pie de sus cabezas. De Guatemala a Guatepior.
PD3: Lo siento por mis conocidos que quedaron en el nuevo gabinete, porque cómo los voy a estar cuestionando.  

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